A galope con CARLOS PIREZ

Nos encontramos en la bonita comarca del Valles Oriental, entre la localidad de Cardedeu y Granollers. Con ésta inauguramos una serie de entrevistas a jinetes y profesionales del caballo. En este caso concreto “entre dos aguas” sería la música de fondo perfecta. No sólo porque estamos frente a un reconocido jinete de doma vaquera en Cataluña, si no que además se trata de un profesional que ha navegado entre la doma vaquera y la doma clásica. Carlos Pírez lleva desde niño en este noble arte ecuestre.

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Carlos, gracias por atendernos. Nos gustaría hacerte unas preguntas. En primer lugar,

PRE: ¿A qué edad empezaste a montar y qué te enganchó de este mundo?

CP:   Hola, buenas tardes. Desde siempre me ha gustado el mundo del caballo. De niño, cuando pasaba el famoso “drapaire” con un carro y un caballo siempre salía al balcón a verlo pasar. Por circunstancias de la vida, mi padre compró unos caballos en plan negocio para comprarlos y venderlos, empecé a montar con 10 años, me empezó a gustar, y mi padre apostó por que continuara con esta afición. Y así empecé, por circunstancias de la vida que me llevaron al mundo del caballo.

PRE: ¿Por qué la doma vaquera?

CP: La doma vaquera es un modo de vida. Es una manera de sentir, engloba mucho más de lo que sería simplemente el deporte, pues también te gusta el campo, el caballo, los perros…  Es un sentimiento. Es cierto que la doma vaquera cada vez es más deportiva, pero lo que siento montando un caballo de vaquera no lo siento montando otro tipo de caballo. Afortunadamente la doma vaquera también tiene más equitación.

PRE: ¿Cuáles han sido tus entrenadores y jinetes de referencia, si los hay?

CP: He montado mucho tiempo con José Manuel Lucena, con Álvaro Salguero, esporádicamente he hecho clínics con Antonio Quinta y con Joaquín Olivera que en paz descanse. A falta de un entrenador “in situ”, he consultado mucha literatura ecuestre y mucha filmografía de doma clásica, sobre todo de entrenadores como Klimke o M. Theodorescu. También me he documentado mucho sobre la doma clásica más tradicional, o incluso algunos dirían que “antigua”, aunque sus principios sigan en vigor. A día de hoy sigo aprendiendo, leyendo muchísimo y formándome.

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PRE: Estabas comentando que has estado en contacto con la doma clásica, ¿Qué crees que te ha aportado en la monta, en la técnica de trabajo del caballo?

CP: La doma clásica me ha aportado lo que sería pensar. Pensar en la manera de entrenar un caballo, en cómo conseguir la flexibilidad del animal, el orden. Me ha  dado un sistema de trabajo. Me gusta compaginar esa técnica con intentar buscar la parte artística que sería la doma vaquera, me agrada esa combinación con la doma clásica, pero con ese punto de “vaquerosidad”, para que nos entendamos (sonríe). No me gusta copiar a nadie, tengo mi propia manera de montar. Creo que cada uno, sea mejor o peor, ha de tener su personalidad. Eso sí, me fijo en todo el mundo.. tuve un maestro con 78 años que me decía: “del que menos sabe, algo se aprende, por lo menos lo que no hay que hacer”. No puedes estar cerrado a nada, hay que tener la mente abierta y estar siempre receptivo. Cada día aprendes, con un caballo o de un jinete al que ves por ahí.. siempre aprendes y cada caballo te enseña. La doma clásica pues, me ha enseñado a reflexionar, a pensar, a entrenar un caballo, calentarlo, a ser más metódico, me ha dado una estructura.

PRE: También conoces la alta escuela en profundidad, de hecho, has preparado caballos para ello, has organizado shows… ¿Qué es para ti la alta escuela y cuál sería el lugar que tiene el caballo español entre estas tres disciplinas?

Imagen 1CP: El caballo español, por referencia es un caballo de alta escuela, o de paseo. La belleza que tiene un caballo español haciendo el piaffe no la tiene un caballo centro europeo, siempre hablo bajo mi punto de vista. Yo no poseo la verdad absoluta. Pero cuando ves un caballo realizar un piaffe, un passage, un paso español… El caballo de alta escuela es para eso, es un caballo de reyes, se dice. Estuve un tiempo trabajando con Antonio Bautista, que para mí es de los mejores que hay haciendo alta escuela, sabe sacar mucho partido a los caballos; es entonces cuando se aprecia su valía para esta disciplina, en mi opinión más que para la doma clásica, porque es donde verdaderamente el caballo español se puede lucir más, los piaffe son más en el sitio, más parados… En la doma clásica se busca más la perfección de las batidas, y ahí se expresa el caballo con más naturalidad, quizás más en la alta escuela que la doma clásica. Es lo que le veo yo al caballo español y me gusta, es noble, pero para la disciplina que yo practico me gusta otro tipo de caballo, aunque indudablemente, para la alta escuela prefiero el caballo español, por lo que aporta, por su belleza, y por su manera de hacer y moverse, su expresividad…

PRE: ¿Qué caballos te han marcado en tu vida profesional y cuál es tu caballo perfecto, o qué buscas en ese caballo idílico?

CP: Esto es una pregunta un poco complicada, el caballo perfecto, igual que la persona perfecta no existe.

PRE: Sabía que me dirías eso… (Risas)

El caballo perfecto lo buscamos todos, el problema es encontrarlo o buscar la perfección en un caballo. ¿Qué pasa? Que lo que le falta a uno le sobra a otro, y a veces encontramos un caballo con mucha clase y a lo mejor, poco corazón. Y más vale tener más corazón y menos clase. Cuando me refiero al corazón, me refiero a las ganas de trabajar y que el caballo se emplee y sea honrado, que cuando tú le dices vamos aquí, sea entregado, que no se niegue. Decía Álvaro Domecq que: “la raza de caballo era la del caballo domado y doma sólo hay una: la buena”. O sea, el caballo ideal que buscamos todos, es un caballo con cuellos descargados, la nuca que la lleve arriba, ligero de la parte de delante para que entre los posteriores, pero a veces cuando tienes todo esto, falta corazón. Y si he de elegir, prefiero que tenga corazón y ganas de trabajar, el caballo. Si tiene ganas de trabajar, lo haremos bueno.

 PRE: ¿Y un caballo que te haya marcado?

CP: Hombre, un caballo que me haya marcado y me haya dado mucha experiencia y me

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Carlos Pirez & Ferrolano

ha enseñado mucho, y me sigue enseñando es “Gamín d´Espangle”, por ejemplo. Es un caballo que me ha marcado porque he corrido el campeonato de España, campeonato de Cataluña, Valencia, Castilla la Mancha, Madrid, es el caballo que me ha enseñado y me sigue enseñando porque fue bastante complicado en sus inicios. “Ferrolano” también me ha aportado mucho, un caballo muy complicado de potro. Y luego un caballo español que tuve, que se llamaba “Laborioso”. Yo entonces era muy joven, a mí me marcó porque era un caballo muy difícil para la edad que yo tenía. Cada caballo te aporta una cosa. Estos dos caballos porque son los dos míos, tampoco quiero hablar de caballos que no son míos porque algún cliente se puede sentir ofendido, hablas de este caballo y no hablas del otro. Pero hay muchos caballos, cada caballo te enseña.

PRE: ¿Y si te quedaras con una raza…?

CP: ¿Una raza? Como he dicho antes, raza “domados”, pero mi predilección son los caballos altos de sangre, me gusta mucho el angloárabe, el purasangre y los tres sangres. Estos tres tipos de caballos. Me gustan los caballos fibrosos, caballos finos, cerca de tierra, caballos fuertes, con buena masa muscular.

PRE: En Cataluña tenemos la visión de la doma vaquera como una disciplina agresiva, poco contemplativa con el caballo y que a nivel técnico no tiene la riqueza de la doma clásica. ¿Qué opinas y por qué crees que hay esta consideración aquí?

CP: Bueno, yo creo que estamos confundiendo lo que es montar con una montura vaquera y un bocado oxidado y de cualquier manera, con lo que es la doma vaquera buena y una persona con unos conocimientos técnicos en la disciplina.

Quizás en Cataluña hay poco conocimiento de la vaquera. Posiblemente fomentado por  los propios jinetes, que muchas veces nos hemos conformado con salir en cualquier pista y bajo cualquier circunstancia. Es entonces cuando se vincula la doma vaquera con la botella, con la borrachera.. se confunde la doma vaquera con la gente que va a una romería (aclarar que tampoco tiene nada que ver, las romerías que se hacen en Cataluña con las romerías que se hacen fuera de Cataluña), ese es el principal problema. Y en el momento en que la doma vaquera se convierte en un deporte y empiezan niños como están empezando ahora, como estamos consiguiendo desde nuestro centro, esta visión cambia.

En estos momento nuestra escuela es la que aporta más niños aquí en Cataluña en doma vaquera. Intentamos fomentar unos valores a los niños, que lo primero es el caballo y luego viene la competición; y a partir de ahí se puede cambiar,  siempre desde abajo.

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Alumnos de la escuela, CPS EQUITACIÓN

Entonces, la imagen que tiene la gente aquí de la vaquera es ésa, lo que ven y lo que se ha vendido, pero no es la realidad. Ten en cuenta que entre muchas otras cosas, nosotros pasamos una inspección veterinaria, una nota de mínimo un 5 en la prueba de reconocimiento para poder salir a la pista, y una serie de circunstancias y controles que la gente desconoce.

«Debería haber más formación, y más exhibiciones para que la gente viera la realidad de esta disciplina»

Debería haber más formación, y más exhibiciones para que la gente viera la realidad de esta disciplina. Siempre digo que a mí me cuesta lo mismo federar un caballo de doma vaquera que uno de clásica, me cuesta herrarlo igual, el veterinario me cobra lo mismo, lo que pasa es que hay una serie de incultura general que es lo que ensucia la doma vaquera.

A nivel de técnica, la doma vaquera es quizás incluso más técnica que la doma clásica.

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Carlos Pirez & Gamin d’Espangle

Ten en cuenta que la posición del jinete es diferente, vas con una mano, mando de oposición, no hay mando directo, caballos altos de sangre, es muy complicado, hay que tener mucha técnica y mucha habilidad para llevar el caballo con una mano, poca gente lo hace. La diferencia es que aquí, en doma clásica tenemos cada semana un concurso, y que con cualquier caballo de escuela puedes hacer una reprise 1, 2 ó 3. Con un caballo de vaquera no puedes. A la inversa sí. Las reprise de vaquera son bastante complicadas, por eso en Cataluña hacemos los niveles intermedios, para que no haya un salto tan grande. Siempre ha habido un abismo de potros a caballos domados. Cuesta mucho llegar ahí, no todos los caballos llegan a la parte de domados porque es una reprise muy exigente, más que agresiva, es exigente.

PRE: Carlos, hemos hablado de Cataluña, de que quizás tiene otra visión de la doma vaquera, ¿Cómo la ves tú en comparación con el resto de España y qué harías para mejorar esta posición? Hemos dicho un poco a través de incorporar más jóvenes a esta disciplina y de darle unos valores ¿Qué serían estos valores para ti que aporta la doma vaquera en Cataluña? Y también me gustaría que fueras un poco más crítico a nivel organizativo, creo que en vaquera aquí también nos falta organización que encontramos en otras disciplinas y quizás por parte de los jueces mayor formación; porque te encuentras jinetes de doma clásica que luego son jueces pero al menos que yo sepa, jueces de vaquera que hayan sido jinetes destacables no conozco ninguno.

CP: Bueno, el principal inconveniente es que hasta ahora, en la doma vaquera también iba mucho la gente por libre, o sea, ahora se empiezan a ver entrenadores, gente como es nuestro caso, que entrenamos a niños, les hacemos un calentamiento, a los alumnos, antes de ir al concurso. Antes la gente de la doma vaquera era muy autodidacta, no había un profesor, una disciplina de entrenamiento, como he dicho antes. Aquí uno cogía un caballo, y salía. Hoy en día es diferente, esto está cambiando, la gente se forma más, hay más documentación, y la gente también cambia. Tenemos una serie de recursos a través de literatura ecuestre o filmografía entre otros, que no existían cuando yo empecé.

Hoy en día, coges a un niño de la mano y lo llevas hasta la pista. Por lo que el panorama  va cambiando poco a poco. Somos prácticamente los primeros que estamos llevando niños y estamos haciendo un entrenamiento regular con ellos.

Y si me lo permites, también decir que el mundo de la vaquera es un “mundo de sabios”, todo el mundo sabe y se respeta poco al profesor. Así como en la doma clásica hay más respeto por el profesor, en la vaquera cuesta un poquito más, sobre todo aquí en Cataluña. Por carácter, por circunstancias, es un poco lo que yo le veo, que todo el mundo va más a su aire, y luego hay muchos desencuentros. Son pocos y mal avenidos, en vez de ir todos a una y luchar todos juntos para un mejor desarrollo de esta disciplina. Falta quizás más deportividad.

Y el tema de los jueces, yo creo que aquí en Cataluña en su día se formaron, hay algún juez nacional, pero son jueces que a nivel de jinete tienen poca experiencia, vamos, creo.. o si la tienen la desconozco, pero posiblemente falte “reciclaje”, ver cómo funcionan los caballos, viajar más, ver más caballos, para podernos juzgar a nosotros. Pero siempre, sin compararnos con la gente de allá abajo, porque aquí estamos a años luz de los andaluces. Ellos tienen que comparar, a ver cómo se concursa, y estar un poquito más al día. Luego hay jueces que son de doma clásica y te están juzgando una prueba de doma vaquera como si estuvieran juzgando una prueba de clásica, y hay que diferenciar. A menudo vemos siempre los mismos jueces. Al ser un mundo muy pequeño, es fácil que no haya la distancia recomendable entre jinete y juez, y por ello en alguna ocasión las puntuaciones no sigan un estricto sentido de objetividad. Yo estuve en un clínic con Joaquín Olivera, y a un señor que está juzgando ponerlo a hacer trote a la cuerda, y luego tienes que permitir que este juez te juzgue. Es posible que un juez conozca la teoria, pero la técnica se depura con la práctica, con el sentir el caballo, la dificultad de los ejercicios.

PRE: Tú tienes un poco de experiencia en el extranjero, yo aún me acuerdo de ti en el campeonato Nacional de Francia de doma vaquera en Saintes Maries de la Mer. ¿Cómo ves esta disciplina en Francia y qué crees que ha aportado Francia a la disciplina de doma vaquera?

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CP: En Francia, la verdad, tienen un nivel alto, porque son gente que se ha formado, generalmente son jinetes hijos de emigrantes españoles. Hace poco estuvimos en un concurso en Francia, y la verdad que viene gente bien preparada, tienen quizás esa mezcla de la que te hablaba antes de tener la equitación francesa conjugada con ese toque vaquero. Ciertamente lo están haciendo muy bien, de hecho, el campeonato de Europa se hace después de España, en Portugal, Francia e Italia. Y los franceses siempre están detrás nuestro, junto con Portugal. Los portugueses montan diferente a nosotros porque montan con otro tipo diferente de montura pero sí que los franceses e italianos montan con los mismos arreos que nosotros y lo hacen muy bien, y son una gente que cada vez van a más.

PRE: A mi parecer, tiene algo que ver que también tienen una raza más definida, cuando hablamos por ejemplo del angloárabe francés, en cambio aquí, parece que todo caballo sirve.

CP: Bueno, generalmente, estos jinetes compran caballos aquí en España, y utilizan caballos domados aquí que los trasladan al país en cuestión. Ellos lo que sí que hacen es mucha formación, mucho clínic, que quizás es lo que nos falta en Cataluña, más formación y más clínics con jinetes profesionales que nos vengan a enseñar.

PRE: En doma clásica estamos viviendo una época que podríamos definir de autocrítica, quizás buscando homogeneidad de criterios tanto de jueces como de selección de jinetes. ¿Por qué no se vive esta evolución en el mundo de la vaquera o cómo se podría esto reactivar? En Portugal por ejemplo, tu decías que se usa otra silla, también se ha visto que la disciplina ha evolucionado a la “Equitación de Trabajo” ¿Cómo ves esto?

CP: Aquí en España la doma vaquera ha cambiado, se ha transformado, aquí hay un gran dilema, ¿doma antigua o doma vaquera moderna? La doma vaquera que se hacía hace 10 años no tiene nada que ver con la que se hace ahora. Ahora se busca un caballo más flexible, quizás se ha perdido un poquito de espontaneidad, va todo más medido, ha evolucionado porque las monturas son de fibra, hay una evolución, La gente ahora entrena, vas a un concurso y hay 50 caballos en Andalucía, ha evolucionado yo creo que mucho. Creo incluso, que los caballos de doma clásica, van a un ritmo más alto que los caballos de vaquera hoy en día, imagínate lo que te digo, tú ves caballos en doma clásica que van como más enchufados que los caballos de doma vaquera.

En vaquera se está buscando un caballo más flexible, buscando más la perfección, las incurvaciones, los cambios de pie, hoy prácticamente todos los caballos están cambiando al tranco, estamos aportando una reprise Gran Premio con una Kür con música, en la final de dos días, que esto no se hacía. Se está mejorando poco a poco, luego es como todo, habrá la gente que está a favor y la gente que está en contra, gente que le gusta lo antiguo, la doma vaquera antigua y gente que le gusta la doma vaquera moderna, por así decirlo, pero.. doma vaquera sólo hay una: la buena. Pero ha evolucionado, no sé si para bien o para mal, pero ha evolucionado. Hoy en día todo el mundo se fija y quiere imitar al que gana, también te digo que cada uno ha de  tener su personalidad y montar como él cree que tiene que hacerlo.

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Carlos Pirez & Gamin d’Espangle. Ejercicio con garrocha.

PRE: Cómo ves por ejemplo el uso, que se ha criticado mucho, de la serreta o que hay muchas personas que sólo se fijan en el bocado, que dicen que es más contundente quizás que el filete..

 CP: Mira, en esto, la serreta yo la uso, como la usa mucha gente,

PRE: Y la he visto también en doma clásica, con potros, la serreta cubierta.

pero es como todo.. Hay jinetes internacionales de muy alto nivel que están acusados por “inflexión” y el “rollkur” y en cambio en doma vaquera no hay nadie denunciado por rollkur. El problema, que una cicatriz en la nariz a lo mejor la gente no la tapa, hay que evitar herir al caballo, pero hay veces que a un caballo no le hace falta tener una herida en la nariz para que esté maltratado. Tu puedes tener un caballo sin ninguna herida en la nariz y que psicológicamente esté hundido, o estar partido por la nuca. La gente antigua, tenía la creencia que si no tenía la nariz marcada, no estaba domado el caballo. Y en eso sí que no estoy de acuerdo, se puede tener un caballo domado sin que esté marcado.

El filete, hasta cierto punto. Se le puede poner el filete, pero en su fase de doma se le cambia al bocado. No sé si decirte si es más duro dos hierros en la boca o un solo hierro, la diferencia está en que a un caballo de vaquera cuando está en un nivel avanzado, le quitamos la serreta y lo dejamos en dos riendas, en doma clásica, cuando el caballo tiene más nivel le ponemos cuatro. La comparación… Y dos manos. ¿Dónde hay más ligereza, en un caballo que va en una mano o un caballo que va a dos y con cuatro riendas? Esa es mi opinión, yo no estoy criticando la doma clásica para nada, pero me estás preguntando la diferencia entre el bocado y la serreta, es como todo, hay infinidad de bocados, y hoy en día prácticamente se trabaja mucho sobre medida, llamas a cualquier herrero y te hace el bocado a la medida que tú quieras y de tu caballo.

PRE: Muchas gracias Carlos, por acogernos en tu casa y estamos en contacto.

CP: De nada, agradeceros a vosotras por vuestra atención, y aquí tenéis vuestra casa para lo que queráis.

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